Autonomia

por | 19 Dic 2016 | Proceso creativo

“Cuando os pido que ganéis  dinero y tengáis una habitación propia, os estoy pidiendo que viváis en la realidad presente, una vida tonificante, de una forma visible.” Virginia Woolf

 

Porque  la  Autonomía, y no puedo evitar el punto de vista de mujer, significa generar el proprio dinero, tener un espacio donde encontrarse a sí misma, y asumir la responsabilidad de las propias decisiones. Vivir “en presencia de la realidad”.

Hace dos años escribía en mi tesina – basada en el trabajo con mujeres inmigrantes a través del Arte Terapia – el texto siguiente sobre la Autonomía y su relación con la maternidad:

“Mientras la maternidad no me ha obligado a asumir una condición de dependencia y vulnerabilidad, vivía en un estado ilusorio de mujer autónoma. Y observando a estas mujeres la ilusión queda deshecha.

¿Dónde queda el deseo común de todas de arraigarnos, de encontrar nuestro lugar en ésta tierra?  Porque el deseo de estar en el mundo parece incompatible con la anulación de necesidades, incompatible con la obediencia. ¿Y cómo rendirnos a la consciencia de una dependencia y vulnerabilidad  tan incrementadas  por la maternidad y, así todavía, construir para nosotras mismas una autonomía real?»

 

Esta semana he jugado con las imágenes, para celebrar nuevos avances en  el camino de la Autonomía. Las imágenes para no quedarme únicamente en el discurso reflexivo y entrar en campo de lo poético.

Así, a partir del juego, este texto:

“Reconozco éste camino y, en cada imagen un paso  adelante.
Reconozco el Niño, ante una reja cerrada, y al otro lado, aquello que no puede alcanzar.
Reconozco la Saboteadora, que canta como un disco rayado, “eso que deseas,  no es para ti”. Y al mismo tiempo, la Anciana, que ve más allá de las heridas que limitan y condicionan.
Reconozco la Obediencia, la que busca agradar a todos, y corresponder a las expectativas reales o imaginadas.
Y reconozco el Dolor que quien se da cuenta, de manos dadas con el alivio de recibir claridad en lo que antes era indeterminado.

¡Claro ha de haber una Iniciación! Solo que no estamos acostumbrados a ella. Una Iniciación para pasar de una independencia ilusoria a una verdadera Autonomía.

Porque en algún momento me tendré que ver, reconocer, interiorizarme a mí misma. Conocer el contorno de mis límites y saber donde hay ventanas abiertas al mundo para experimentar la expansión.
Saber, quizás, que en mí también hay energía masculina. Y saber que hay deseo de placer y alegría.

Porque si la Autonomía es independencia y libertad, ¿ qué mejor guía para orientarme en este camino que la determinación de ser íntegra, sabiendo que “Inocencia” y “Placer” caminan juntos lado a lado?